El esmaltado permanente es una técnica innovadora en el sector de la manicura y pedicura que hace unos años penetró con mucha fuerza en el sector y se ha convertido en el favorito de la mayoría por su durabilidad.
A diferencia del esmalte normal que podemos retirar en casa con cualquier quitaesmalte, el esmaltado permanente o semipermanente necesita secarse en lámpara UVA o Led y retirarse por una persona cualificada. Debido a sus cualidades, este tipo de esmalte, ofrece muchas ventajas.
Mayor duración
Como comentábamos, la ventaja más destacable es su durabilidad, pues este tipo de esmaltado puede durar entre 2 y 3 semanas, en función del crecimiento de la uña natural. Una opción perfecta para tener unas uñas impecables sin el riesgo de que se estropeen nada más salir del salón. Esto no sucede con el esmalte normal de toda la vida que dura de tres a cuatro días.
Ahorro de tiempo y secado rápido
En relación con la ventaja anterior, su mayor durabilidad supone también un gran ahorro de tiempo pues no hay que estar pintando las uñas tan frecuentemente. A su vez el proceso es rápido y sencillo, en apenas media hora puedes tener un esmaltado permanente con un brillo duradero durante semanas.
Con el esmalte natural había que esperar a que la pintura esté totalmente seca. Ese inconveniente no existe con el esmaltado permanente pues a través de la lámpara LED o UVA las uñas quedarán totalmente secas en cuestión de minutos. Esto ayuda a que puedas utilizar tus manos con total normalidad sin que se estropeen. Eso sí, debes tener en cuenta que no puedes tocar agua al menos durante una hora después de hacerte un esmaltado permanente.
No es agresiva, endurece y protege la uña natural
Un esmaltado permanente de calidad no debilita ni daña la uña, pues durante el proceso de aplicación no se lima la superficie de la uña lo que reduce el daño producido. Tampoco se utilizan los quitaesmaltes convencionales que pueden ser muy agresivos para la uña.
Por otro lado, aumenta su protección ya que el esmalte crea algo parecido a una capa protectora alrededor de la uña. Otorga más dureza a las uñas, por lo que es ideal para quien las tiene débiles. También puede ayudar a no morderse las uñas y al combinarse con técnicas de escultura con uñas, acrílicas o de gel, impiden aún más que se dañe la uña natural.
Fácil de quitar
Retirar el esmaltado permanente es sencillo. Eso sí si no tienes conocimientos no es recomendable hacerlo en casa. En ese caso mejor acudir a un profesional para que te lo retire con seguridad de que tu uña no sufra ningún daño.
Una vez que conoces las numerosas ventajas de este tipo de esmaltado, es hora de ponerlo en práctica. ¡Anímate y acude a tu centro de confianza!
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